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Laura Vázquez

Los hermanos Karamazov de Fiódor Dostoievski

Titán de la literatura universal toca temas que revela las contradicciones del hombre en su esencia más cruda y profunda. Junto con Flaubert marca un parteaguas en la literatura y nos ayuda a comprender cómo el siglo XIX es el inicio de nuestra contemporaneidad.

Muchos críticos literarios consideran que esta es una obra tan importante como "El Quijote" o incluso mucho mayor. La obra de Dostoievski se gesta en el borde del romanticismo como una corriente corriente literaria que buscaba explayar las emociones de forma exagerada o desbordada frente a la naturaleza por medio de la imaginación. Después se hace más evidente el periodo de la incipiente clase burguesa en el mundo que da pie a un realismo al que pertenece esta obra literaria y que como su nombre lo indica muestra una visión cruda sobre la vida y lo retrata con detalle.

El estilo introspectivo de "Los hermanos Karamazov" es más cercano a un diálogo psicológico en el que se funden varios géneros con amplias descripciones, mismas que, para un lector del siglo XXI pudieran parecer extensas y aburridas. Y si esto te pasa, diría yo, se valdría con toda justificación saltar unas páginas para que Dimitri, uno de los tres hermanos que entran en conflicto, te siga seduciendo bajo una trama que te lleve a descubrir el asesinato del padre. Estás páginas se convierten en un drama de luchas morales y filosóficas relacionados con la razón, duda y el juicio.

Esta novela tiene su fortaleza en los personajes que están perfectamente bien construidos ( Mario Vargas LLosa aprende también de él) y esta característica permite al lector empatizar con ellos en diferentes circunstancias de la vida. "Los hermanos Karamasov" es un texto largo, que bien vale la pena leer para poner atención los detalles del "gossip" que pueblan las pantallas de hoy día y darles un significado desde unas perspectiva clásica.




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