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Laura Vázquez

Rayuela de Julio Cortázar

Julio Cortázar, es sin duda, uno de los representantes más sólidos del boom latinoamericano que nos permitió tocar las puertas de la literatura universal. "Rayuela" es un texto que oscila entre la poesía, novela y ficción. Primero se intituló: "Mandala" debido al carácter deconstructivo que tiene y que permite hacer dos lecturas de la obra. La primera de ella se hace en el orden que se presenta: sí, como cualquier libro pasas del capítulo uno al dos y así sucesivamente. La segunda lectura se hace en el orden que propone el autor, es decir, te lleva de un capítulo a otro de forma salteada según indica al pie de cada capítulo. Ya con esta introducción, ustedes se imaginarán, con justa razón, que estamos frente a un texto que implica una participación activa del lector para reconstruir y deconstruir desde la mente brillante de Cortázar la historia. Esta novela destaca dentro de la literatura latinoamericana porque está permeada de una prístina musicalidad literaria que se convierte unas veces en prosa poética, otras, en el hilo que conduce un argumento, y un tanto más, en el goce de la reflexión meramente artística como un ejemplo del arte de la palabra.


"Rayuela", debo comentarlo para los que tienen poco tiempo, es un texto largo que requiere de dos lecturas que entretejen una historia compleja que se arma y desarma. También hay capítulos breves y bellos que merecen la admiración y representan una genialidad obtusa de nuestra raíz latina. Y para que tengan una probadita y sepan a qué me refiero, aquí les cito un fragmento:

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con perfume viejo y un silencio".


Si eres de los lectores que va tras el gancho de una historia que te atrape en base a un argumento, este texto no es para ti, aunque bien te podría decir que la trama se basa en la historia de Horacio Oliveira, un intelectual argentino con pocos recursos económicos que va a Paris y cuenta su relación con La Maga, una joven uruguaya común y corriente de la cual se enamora. La historia da un giro cuando el hijo de ésta, Rocamadour, muere y se desatan una serie de eventos cotidianos y aventuras que se convierten en símbolos tras la pluma de Cortázar.


Si eres de aquellos que quieren disfrutar del goce de la palabra, la cadencia y uno que otro argumento con un tinte intimista, esta novela es para ti. Muchos la denominan como una novela surrealista ya que hay situaciones que parecieran absurdas pero es sin duda una obra cumbre que merece la estancia de leerla como cuando vamos de viaje a Paris y nos sumergimos en el Museo de Orsay y el tiempo juega a nuestro favor.





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